Sobre por qué me voy a Varsovia

Mi mujer Paloma López participa con Indeser (Instituto del desarrollo del Ser), la escuela de referencia en formación de crecimiento personal (coaching, intervención estratégica…). Allí, otra persona implicada, de nacionalidad ucraniana, les contó el otro día la situación del país.

Finalmente, Indeser, de la mano de una ONG, se ha involucrado para llevar un autobús a Ucrania para traer refugiados, especialmente a las personas más vulnerables, y ubicarlos en hogares seleccionados.

Mi mujer, al oírlo ayer, comentó que seguro que me encantaba ir a documentarlo. Esta mañana, la organización me ha invitado a participar.

Mi primer planteamiento fue: no me siento bien yendo para hacer unas fotos, a costa de sustraer un asiento para una persona. La estancia allí es de un solo día, y hacer unas fotos que documente lo planeado, no me pareció motivo suficiente para ir en comparación con restar un hueco.

Así que cuando inicié la conversación con Indiser esta mañana, iba realmente dispuesto a decir que no.

Sin embargo, me han explicado varias cosas que me han persuadido:

  • La iniciativa está siendo bien acogida, y muy probablemente después del primer viaje, si todo sale bien, lanzarán otro autobús.
  • Y más importante: me explican que el equipo mínimo para ir son 5 personas, y que si no iba yo se lo iban a proponer a otro, preferiblemente también hombre por si hay que recurrir a la fuerza (no para defendernos, si no para ayudar a alguien si se desmaya, con maletas…).

Subsanada esa inquietud, surgen las siguientes dudas: ¿para qué quiero irme yo a Varsovia?¿Merece la pena por la difusión que puedan tener las fotos?¿Me siento cómodo captando la imagen de personas, sin saber si quieren que les fotografíe?¿Es esto una oportunidad?

La respuesta a las últimas tres preguntas es no:

  • Difusión: todos los días los periódicos se ven inundados por imágenes desde los campos de refugiados o peor, desde el país invadido. Son fotografías que dicen mucho y mis imágenes no pueden competir con el acto de ir a recoger a unos refugiados, durante el lapso de unas horas.
  • ¿Me siento cómodo? No. Realmente me acerco a cada reportaje que hago con cierto temor, salvo los míos personales. Me aproximaré a la gente de forma respetuosa y no tomaré ninguna foto no deseada, y de hecho, cuando no me sienta cómodo, o haya otras prioridades, la cámara pasará a un plano secundario.
  • ¿Es una oportunidad? No lo veo así. Una oportunidad es algo que trae un beneficio. No, no lo contemplo así, lo defino como un hecho singular, más que una oportunidad, algo que probablemente no se va a repetir en mi vida.

¿Para qué me quiero ir a Varsovia entonces? Digamos que presentado el hecho singular, prefiero no dejarlo pasar, por ver qué aporta a mi vida, y qué puedo aportar yo. Lo único que tengo claro, es que involucrándome, con mi trabajo, puedo ayudar a difundir una actividad necesaria y que merece el elogio a sus organizadores, para que otras personas conozcan y puedan aportar más fondos a esta iniciativa (de cara a lanzar más autobuses), que otras personas promuevan acciones similares o simplemente la difundan con los mismos objetivos anteriores.

Voy sin expectativa ninguna sobre el interés de mis fotos a nivel técnico, artístico, transcendental… No sé qué me voy a encontrar, qué voy a poder hacer, y no confío en que mis fotos en sí mismas valgan para nada fuera de esta actividad. Pero planteado el hecho singular, no puedo decir que no.

El día 7 viajamos a Varsovia. Ya tenemos los billetes.

Ucrania, voy a poner a mi grano de arena.

Gracias, Indeser. Gracias Estrella. Gracias Tino. Gracias, Paloma.

Link a video de Indeser en el que se explica este proyecto